viernes, 16 de septiembre de 2011

Rompiendome la cabeza

Well well, hay noticias nuevas sobre mi inminente marcha a Estados Unidos, la semana pasada fui a mi cita con la embajada en Madrid. Es un trámite tonto en el que apenas te piden documentos, a pesar de que en las instrucciones te piden tantos documentos como para empapelar un palacio de la duquesa de Alba. Pero nada, un consejo: Sonreír. No es por nada en concreto, pero creo que las personas que trabajan en esas ventanillas agradecerán un poquito de amabilidad. Ah! Es que es eso, la gente tiene cara de preocupación en la sala de espera, aunque más que de preocupación es de aburrimiento. Por cierto, allí me encontré con la Obregón, que iba vestida como si fuera la Stacy Malibú con unos tacones dignos de la fiesta de la brillantina. En fín, nunca fue conocida por su buen gusto...

El visado ya lo tengo en casa, jeje. Ahora estoy esperando los billetes de avión, que supuestamente me los habían enviado, pero en el sobre que recibí estaba toda la información, menos los dichosos billetes... así que esperando estoy, aunque no sé a que están esperando, porque en una semana me voy.

Ahora estoy con la árdua tarea de hacer las maletas... y digo árdua porque es dura, es duro pensar que mi camisa favorita sean todas las de mi armario, duro pensar que tendré que dejar muchos de mis zapatos favoritos, más duro es pensar que tengo que elegir un par de pañuelos entre los casi cien que tengo (y que cada uno es ideal en su momento...), es díficil pensar que chaquetas me llevo, es muy duro todo, porque es cómo despegarte de lo tanto amas, y ya no solo lo material, miro mis libros y releo los que sé que voy a extrañar sabiendo que sólo me voy a llevar uno, que mi chico me regaló Canción de Hielo y Fuego, el primero de Juego de Tronos para que lo leyera durante mi viaje (cómo es grueso y demás). Pero bueno, el peor de todos los males no ha llegado aún, y es cuando mi madre, que lo hará, se ponga a revisar todo, claro que lo hará, y vaya criticando algunas de mis elecciones, por supuesto que lo hará, y trate convencerme de que su elección es mejor, ¿cómo no iba ha hacerlo? Conclusión: terminaré haciendo lo que mi madre quiera, pero antes tengo que hacer todo el trabajo, porque si no lo hago seré una vaga que no ha hecho nada y que estoy esperando a que ella lo haga todo. En fín, esa es mi madre, esas son las madres.

AH!! Lo había cuasiolvidado. Voy a vivir seis meses en Washington DC!!!!!!!!!!! Sí damas y caballeros, niños y niñas. Mi host dad es un tío importante, tanto que ayer comenzó a trabajar en la White House cómo Asistente especial de Barack Obama en temas sociales y además es el director de una sección llamada Innovación Social, es un trabajo de caracter filantrópico. Y estoy emocionada y orgullosa de él, aunque no lo conozco personalmente, es algo raro. Bueno, él se va ahora a comenzar su trabajo y a buscar casa, porque en las vacaciones de invierno aprovecharán para mudarse toda la familia a Washington, en realidad es a una ciudad llamada Bestheda de Maryland, a veinte minutos de la capital. Esto quiere decir que viviré casi tres meses en Los Ángeles, con su buena temperatura y luego me iré a la otra costa a helarme de frío.

Este cambio también es una nueva preocupación para las maletas, no se si llevar una o dos... porque la ropa de invierno ocupa tanto...Pero ya veré, haré un simulacro de maletas este finde o cuando saque un rato y ya decidiré qué hacer.

Muchos besos rojos para todos, está siendo una despedida más dura de lo que nadie cabría pensar, pero no me queda otra que tirar para adelante con este proceso, que en menos de diez días ya estoy de camino a la tierra prometida.
Besazos rojos

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