Hoy es el segundo día de Hanukkah, fiesta que me chifla, eso de ocho días de regalos es muy chulo. Aunque yo a mis reyes no los cambio por nada del mundo. Eso me recuerda que ya está acordado que el día seis de enero, aprovechando que es viernes y también el día de Reyes pues haremos una Sabath areyesado, lo que quiere decir que me las ingeniaré para hacer un roscón y algo así típico de la navidad española para la cena, y después pues unos regalines para todos, algo pequeñito solo por el detalle, pero me hace mucha ilusión que la familia acceda a celebrar también mis fiestas, está muy bien.
El día lo hemos pasado Mediano and I en Santa Mónica, en la playita, la zona de compras y es Santa Mónica Pier, que es el muelle enorme que tiene una feria encima con la famosa noria y la montaña rusa. Mediano no se ha animado a subir a nada, me extraña que un niño no quiera subir a nada... en fin, estos niños de hoy en día no son lo que eramos nosotros, que si hubiera podido habría montado hasta que la cabeza me diera tantas vueltas como la propia noria. Después de comer en Subway y pasárnoslo de miedo allí, pues resulta que nos hemos relajado en el paseo marítimo. Cuando Maijós nos ha recogido nos ha contado que ya tenemos casa en Washington DC. Y eso es lo mejor que nos podían haber dicho en un día como hoy. Nos iremos entre el sábado o el domingo, cuando encontremos un vuelo para los cinco que nos tenemos que ir para allá, porque el padre ya está allí.
Y no mucho más, ha sido un día fuera de casa, lo que ha ayudado bastante a mi estado de ánimos, por otro lado estoy reventada de tanto y tanto andar.
Hoy será la tercera noche en la casa de los abuelos, tercera noche en cama de aire, y espero que no sea la tercera noche que me cuesta coger el sueño.
Besos Rojos
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