domingo, 11 de diciembre de 2011

The craziest and most amaizing weekend

EXTREMEÑOS, DISNEYLAND HA SIDO TOMADO POR LA SEÑORITA IRIE OLVIA

Buenas a todos. Este ha sido el fin de semana más loco e increible desde que estoy aquí. O lo ha sido o todavía soy victima del subidón que sufrí ayer. DISNEYLAND. Si, ayer fui a DisneyLand, aquí en Los Ángeles, y ha sido una de las mejores experiencias de esta conquista americana, y es que ya no sé si yo conquisto América o América me conquista a mí.
Pero todo tiene un principio, y este fin de semana lo tiene cuando el viernes Vasca y yo pensamos seriamente en como ir a Disney. La gente con coche se echaba para atrás y solo nosotras dos queríamos seguir adelante. Al final, la mejor decisión era alquilar un coche y así tener más libertad. Una vez decidido eso yo me fui a despedirme del Capitan Bragado en Hollywood. El tráfico estaba fatal y tardé mucho en llegar. Y una vez allí era imposible salir, a parte de ser algo tarde, había habido un tiroteo en Vine con Sunset y el tráfico estaba cortado. Hubo dos muertos al parecer, pero yo estaba sana y salva, no preocuparse. Y nada, nos fuimos de paseo por un Sunset irreconocible, sin tráfico y con pocos peatones, los chavales disfrutaban de los skates, y me dio envidia. Entramos en Amoeba, una tienda de discos que a más de uno le daría envidia. Encontré un regalín muy barato, y luego nos fuimos a cenar al sitio Hawaiiano de Hollywood Boulevard de al lado de Teatro Egipcio, estabamos terminando de cenar en la terraza cuando media docena de policias armados llegaron para arrestar a un pobre señor vagabundo que algo habría hecho. De ahí seguimos de paseo para ver el rodaje de una peli de gamsters de época que se está grabando en la zona, en la que al parecer sale Sean Penn, pero que no vimos. Lo que si vimos fue como una veintena de coches de época muy chulos. Y después de eso ya nos íbamos a casa cuando de pronto, al entrar a comprar algo de beber en la típica tienda de souvenirs en la entrada tenían retenido a uno que intentó robar en la tienda, al ver el desastre, quería robar llaveros e imanes. Con esas nos fuímos a casa del Capitan Bragado, había que descansar para el sábado.

Primero de todo fuimos a un sitio de alquiler de coches, pero no pude alquilar el coche porque no tenía tarjeta de crédito, que al parecer son necesarias. Por lo que Vasca, desde la otra punta de la ciudad alquiló un coche mientras yo la esperaba. Una vez juntas fuimos a DisneyLand, pero para entrar nos liamos y estuvimos como media hora dando vueltas hasta que nos aclaramos. Desde el parking te llevan en trenes hasta el parque en sí. Y antes de entrar ya me sentía como una niña. Y es que es como una ciudad super bonita, con sus tiendas super cucas y como tiene la decoración navideña está todo más precioso si cabe.

Como ya me estoy enrollando de por demás diré que me lo pasé genial, me reí de pura alegría y llevaba el gorro de Santa Mouse que me mantuvo calentita y bien. La cabalgata fue preciosa y los fuegos artificiales sublimes, nunca había visto algo igual. Y salimos de allí como a las doce y medía de la noche. Y  para volver a casa nos cerraron la Freeway y nos tuvimos que desviar de tal manera que durante más de media hora estuvimos perdidas.

Al final llegamos a casa del Capitan Bragado a las tres y media, pero el no tenía linea en el móvil, y cuando ya pensábamos que dormiamos en el coche, pero de pronto lo vimos aparecer melenas al viento y fue como una aparición divina.

Domingo mañana he ido a comprar el desayuno, y un tío me ha parado en el mercadillo de la calle Selma, que me querìa hacer una foto , y como yo no tenía mucha decisión he dejado que me la hiciera, y un poco más adelante me ha tirado los trastos una chica, joer, y eso que iba con mi cara de sueño...

Luego hemos ido al Observatorio Griffith, que me ha encantado, es super bonito, sobre todo las vistas, que se ve toda la ciudad, aunque hoy no se apreciaba mucho por la niebla de contaminación que no permitía que se viera. Por otro lado esto está a tiro piedra del famoso cartel de Hollywood.

De ahí hemos ido a Rodeo Drive, a ver lo que nunca nos podremos comprar y a ver la decoración navideña de la zona, pero después de Disneyland no nos pareció tan espectacular.

Después a casita, que estoy molidísima, pero supercontenta de todo lo que he disfrutado, que es más de lo que os cuento, porque no quiero pasarme, aunque ya lo hice.


Besos Rojos

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