Buenas, he estado ausente algo más de una semana, es que he estado de vacaciones en Roma con mi chico, aunque más que descansar me he terminado de reventar, pero bueno, ahora descansaré un par de días.
He tenido noticias. Una familia de un pueblo de Virginia contactó conmigo el lunes por la tarde, llamó a casa y fue V quien contestó, yo estaba últimando compras pre-viaje. Después de ver en el cine El Padrino le escribí un mail a la señora, y bueno...había cosas que no me molaron demasiado, como que tiene cuatro hijos, y las dos pequeñas no van al cole y el horario es muy puteado, sin findes... de todos modos a una hora de irme al aeropuerto, o sea a las 3 de la mañana me llama para que hablaramos. Y eso hicimos, y bueno, la chica super maja. Le dije que estaría fuera hasta el sábado y que sería mejor que hablaramos despacio el domingo, y que intentaría contestarle a sus mails, pero no prometía nada. Y bueno, yo hice mi amago de cumplir y al día de estar en Roma fui a un ciber y ya me decía que había hecho macth con otra chica...pues bueno, con tanto trajín que llevaba encima, y que estaba a medio camino entre Santa María la Mayor y la plaza de la República y que no sabía como llegar desde allí hasta el ponte Milvio...Vamos, que con el tiempo parece que me he hecho de acero y ya no me afecta el rechazo de una familia...como no me conocen tampoco me lo tomaré muy en serio todo.
Por otro lado estoy agotada, cansada y exhausta de tanto patear Roma y alrededores, me he quemado entera al dormirme plácidamente una siesta en la playita de Ostia, y he sudado tantas toxinas que creo que me voy a reencarnar en uno de esos tíos que escaparon de siberia y aparecieron en la India taitanto tiempo después...Pero todo ha venido bien, me he divertido y vengo con la mente cargada de grandes recuerdos y anecdotas, y se puede decir que he conquistado al país de la pizza y el tiramisú con mi sonrisa, evitando que no me atropellaran cada vez que cruzaba una calle.
A la espera de una buena familia me encuentro en estos momentos, mientras empaqueto todos los recuerdos de los últimos seís años, buscando aplomo para despedirme de Madrid y con las ganas suficientes de ir contando todo lo que me va pasando mientras estudio la mejor ruta y estrategia para llegar a las Américas.
Besos Rojos
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